lunes, 30 de junio de 2014

Tarta de gató de almendra con mermelada

Tarta de gató de almendra rellena de mermelada de albaricoque.

Mi súper-amiga, y es súper no porque tenga súper-poderes, sino porque somos muy amigas, me pidió que le hiciera una tarta para un montón de personas con motivo de la fiesta que preparaba para su décimo aniversario de boda. Yo le dije que sí encantada. Que confiara en mí para un evento tan importante me hizo mucha ilusión y a la vez me puso algo nerviosa, porque quería darlo todo de mí para que saliera bien, y que ella pudiera tener la tarta que se merecía.

Mi reto no hacía más que empezar, ya que me dijo que quería una tarta de gató: Pero si el gató, por sí sólo, es ya un postre típico mallorquín, que se suele servir con helado ¿una tarta de gató? ¿cómo se hace? Pues nada, busqué por los rincones de google y en blogs de repostería, pregunté a mi abuela (gran cocinera y pastelera),… y después de la investigación, pasé a la experimentación. Hice una tarta pequeña de prueba para asegurarme y no fastidiarla el día antes y que luego hubiera prisas y nervios.

Para la decoración con fondant volví a encomendarme a San Google y a los benditos blogueros ¿qué haría sin ellos? Besos a todos.

¿El resultado?   Una amiga feliz, contenta y alucinada con la tarta, y yo encantada de de verla contenta y de recibir elogios. Disfruté mucho haciéndola, quedé muy satisfecha con el resultado y contentísima de haber hecho feliz a mi super-amiga, aunque no tenga super-poderes.

Dado el número de invitados tuve que multiplicar por 4 las cantidades habituales de las recetas del gató de almendra. Si vosotros queréis hacerla más pequeña no hay problema, sólo hay que darle un poquito a la calculadora (sólo un poquito).

Ingredientes del gató:





1 kg de almendra molida
1 kilo de azúcar
24 huevos
La ralladura de 4 limones
4 cucharadas de canela
Manteca de cerdo y harina, para untar el molde.




Relleno:
Mermelada de albaricoque al gusto
Decoración:
Merengue (las claras de 4 huevos , 60 g de azúcar glass y unas cuantas gotas de zumo de limón) + Almíbar (un vaso pequeño de agua y 500 g de azúcar)
1 tableta de chocolate para postres
½ tableta de chocolate extrafino
250 g de nata
Chocolate blanco para las letras
Pasta fondant para los adornos y muñequitos (opcional)

¿Empezamos?



Lo primero de todo, como siempre os digo, es tenerlo todo preparado. Los ingredientes a mano, pesados y separados en platitos… los utensilios a mano, la cocina ordenada y despejada, etc… El kilo de azúcar yo lo divido en dos platos, ya que uno irá con las claras y el otro con las yemas.

Empezamos separando las claras de las yemas. El gató ya es un bizcocho que lleva muchos huevos, y para esta ocasión llevaba 4 veces más que lo habitual. Así que, paciencia y cuidado, no debe caer yema en el bol de las claras.



Cogemos el bol de las yemas y empezamos a removerlas. A continuación añadimos el azúcar (los 500 g para las yemas)… poco a poco… mmmm… así va bien. Ahora es el turno de añadir la almendra molida, poco a poco,… muy bien,… ya le vais cogiendo el truco. Con tanta almendra y tanto azúcar ya no me iba bien remover con la varilla, así que tuve que usar las manos (lavaos bien las manos siempre antes de empezar, o usad guantes de látex). Es hora de añadir la ralladura de limón y a continuación la canela. Removemos bien, para que todo esté bien mezclado.



Por aquí más o menos, encendemos el horno para que vaya calentándose, la temperatura depende del horno, en mi caso 180°.


Vamos ahora con el bol de las claras… mmmm… reflexión: hay 24 claras… cuando empiece esto a subir desbordará el bol y habrá clara por toda la cocina. Solución: hacerlo en dos veces. La mitad de las claras y el azúcar por un lado, y la otra mitad por otro (ojo, sin mezclar las cosas aun ¿eh?)
Con la ayuda de la maquinita batimos las claras. Cuando las claras empiecen a subir, vamos añadiendo poco a poco el azúcar.


¿Ya tenemos las claras montadas con el azúcar? Sin perder tiempo las vamos añadiendo al primer bol (el de las yemas con la almendra,…) poco a poco mientras vamos removiendo. Cada vez será más fácil de remover, por lo que ya podremos usar de nuevo la varilla.


Cuando lo tenemos todo bien removido y bien mezclado, lo vertemos en el molde y lo metemos en el horno, ya caliente.

Como se trata de una cantidad muy grande, bajo un poco la temperatura (a 175°) y más adelante la bajo un poco más (a 150°). En total lo tengo en el horno una hora y media, aproximadamente, siempre vigilando el proceso y sirviéndome de un palillo para saber si aun está crudo por dentro.


Cuando el molde está templado, podemos proceder a desmoldar el gató.


Aquí ya tendríamos un magnífico postre hecho, decorado luego con azúcar glass y servido con dos bolas de helado… ¡genial!

Pero bueno, sigamos con este reto.
Cuando el gató ya está frío, lo corto por la mitad formando dos láminas. Con estas dos maxi rebanadas hacemos un sandwinch de mermelada de albaricoque.

Ahora preparamos la capa fina de chocolate. En un perol caliento la nata y cuando hierve lo retiro del fuego y añado trocitos de chocolate. Para que se funda bien el chocolate lo remuevo con la varilla. Cuando la mezcla está templada, con la ayuda de una lengua, esparzo el chocolate por encima del gató, formando una capa fina.
Meto el pastel en la nevera, para que el chocolate se endurezca y luego no se mezcle con el merengue.


Vamos con el merengue. Cogemos a un aficionado del Real Madrid… uy no, ese merengue no jejeje.
Preparamos el almíbar. En un perol pongo un vasito de agua y 500 g de azúcar. Caliento a fuego entre medio y flojo. Con la ayuda de un termómetro especial para repostería, controlo la temperatura del almíbar. Cuando alcanza 118° - 120° lo retiro del fuego y me voy con el siguiente paso, antes de que se enfríe.

Con las claras de 4 huevos en un bol, y con la ayuda de la maquinita, empiezo el merengue. Cuando las claras ya han subido un poco, empiezo a verter poco a poco el azúcar glass y un par de gotas de zumo de limón. Dejo remover un poco más y luego poco a poco empiezo a verter el almíbar. Ahora la mezcla está caliente. Hay que dejar que la maquinita siga removiendo hasta que se enfríe un poco, y luego paramos la maquinita. Dejo el cuenco reposar unos minutos para que se enfríe un poco más. Para que se pueda trabajar mejor lo meto un rato en la nevera, tapado con papel film, para que no coja otros olores de la nevera.
Con la ayuda de una manga pastelera y con una boquilla ancha de 8 puntas, vamos aplicando a los bordes de la tarta. Lista la tarta, ahora a la nevera. Sólo quedan los detallitos que queráis añadir.


Para esta tarta hice unos gatitos de pasta fondant y cuatro rosas. Otro día os diré cómo, que ya me estoy extendiendo mucho. Las letras están hechas con chocolate blanco fundido.


La tarta está acabada, yo satisfecha con el resultado y mi amiga contentísima.

Espero que os haya gustado, hasta la próxima.


martes, 24 de junio de 2014

CUPCAKES DE ZANAHORIA



CUPCAKES DE ZANAHORIA



Me encantan las cupcakes, dan para muchas combinaciones de sabores, colores, con relleno, sin relleno… y quedan chulísimas. El secreto para que queden bien, es hacerlas con mimo y con cariño.



Tengo algún libro de cupcakes, y al ver las fotos quedo fascinada de lo bonitas que son y a la vez pensando en lo ricas que deben estar. Un día me animé a dar el salto, ¿y por qué no me iban a quedar a mí igual de bien?



Éstas en concreto las empecé a hacer con la idea de que, si me salían bien, ponerlas como postre en la cafetería-hamburguesería en la que trabajo con mis padres. Siempre que hago algo así ando bastante dudosilla, ya que nuestros “parroquianos” no son muy aficionados al postre, aunque luego me queda la satisfacción de que los que lo prueban, quedan encantados. Con éstas tuve éxito, clientes y familiares que frecuentan nuestra cafetería, quedaron con los ojos como platos al verlas y disfrutaron mucho con su sabor. Me hizo mucha ilusión que disfrutaran con mis cupcakes.



Disfruté mucho haciéndolas, para mí fue un nuevo reto, de hecho las he repetido en varias ocasiones. Espero que vosotros las disfrutéis igual y que las  podáis compartir… y si me guardáis alguna mejor jejeje…





Antes de empezar conviene tener preparados los siguientes ingredientes:

175 gr de azúcar moreno

2 huevos grandes

150 ml de aceite de girasol

175 gr harina integral

3 cucharaditas de levadura en polvo

2 cucharaditas de canela molida

Ralladura de 1 naranja

200 gr de zanahoria, lavadas y picadas



Para la decoración:

225 gr de queso para untar (yo uso Philadelphia)

110 gr de mantequilla a temperatura ambiente

225 gr de azúcar glas

1 cucharadita de vainilla (azúcar avainillado)

12 ó 15 zanahorias de azúcar para decorar

12 ó 15 moldes de papel para cupcakes



Precalentamos el horno a 190ºC (170ºC con ventilador). Si os gusta tomaros las cosas con calma, este paso lo podéis pasar un par de párrafos más abajo (sólo un par, ¿eh? que la receta es facilita).

Preparamos una bandeja de horno para cupcakes de 12 o 15 unidades con los moldes de papel.



Ahora vamos al lío. Elaboración:



Pelamos y lavamos las zanahorias (en ese orden). Con un cuchillo cortamos las zanahorias en trozos pequeños, y luego los picamos con la máquina. Dejamos ahora a un lado la zanahoria picada.



Batimos con una varilla los huevos y como siempre os digo, añadimos el azúcar moreno poco a poco (no todo de golpe). Cuando esté bien mezclado vamos añadiendo el aceite y seguimos batiendo durante 3 minutos, hasta que quede denso.

Incorporamos la harina integral poco a poco mientras seguimos removiendo (nada de ¡harina va!, que os vigilo). Añadimos la levadura en polvo y la canela, seguidamente la ralladura de la naranja, y por último ponemos las zanahorias picadas. Todo bien mezcladito. Las cosas que se hacen con cariño saben mejor.



La mezcla que hemos hecho la tenemos que verter en los recipientes de papel, y no se deben llenar del todo ¡hemos puesto levadura! Sólo hasta la mitad, más o menos. A continuación horneamos las cupcakes. Tiempo de cocción más o menos 20 o 25 minutos, eso depende de vuestro horno.





Mientras que las cupcakes se hornean, podemos ir haciendo el glaseado. No os debéis olvidar de vigilar el horno mientras hacemos el glaseado… o si preferís lo dejamos para después.

Ablandamos la mantequilla y luego la batimos con una varilla o una cuchara de madera con el queso para untar, hasta que quede ligero y esponjoso; luego vamos incorporando el azúcar glas. No echo todo el azúcar glas, voy añadiendo hasta que para mi gusto quede dulce (vosotros a vuestro gusto).

El glaseado ya está, ahora lo dejamos en la nevera para que se quede fresquito.



Es hora de sacar las cupcakes del horno y dejar que se enfríen.



Ahora que ya están templadas o frías, ya podemos poner el glaseado con una manga pastelera. Una vez que todas las cupcakes tienen su sombrerito de glaseado, les ponemos las zanahorias de azúcar para que queden más chulis.



Y listas para comer, dejad para los demás golosillos. Espero que os vaya bien…

miércoles, 18 de junio de 2014

BRAZO DE GITANO CON CREMA PASTELERA



BRAZO DE GITANO CON CREMA PASTELERA

Es una receta que me gusta hacerla, la he repetido en muchas ocasiones y es muy fácil de elaborar.

El de esta foto que veis, es el de cuando ayudé a mi amiga a hacer un brazo de gitano, para una cena que a la iba como invitada. Me dijo que quería sorprender a sus anfitriones con un postre casero. Nos salió muy bien y muy bueno. Me comentó al día siguiente, que en la cena tuvo un éxito tremendo, no sobró nada. Estuvo muy contenta y me dio las gracias por ayudarla con el postre, y yo disfruté mucho haciéndolo. Preparar un postre y en buena compañía, es un plan genial para pasar una tarde entretenida ¿no creéis?
Me confesó que sin mi ayuda no sabría qué hubiera hecho, o quizás se hubiera tenido que presentar a la cena sin postre…  jejejej  ;-)  Ahora seguro que sería capaz de hacerlo sola, aunque espero que me avise, porque yo me lo paso genial.

A veces  al brazo de gitano lo relleno de trufa fresca… otro día os contaré cómo.

Bueno, a continuación os lo explicaré paso por paso ¿seréis capaces de hacerlo?... Claro que sí.  

Ah, por cierto, no os olvidéis de tenerlo todo preparado antes de empezar, no vaya a ser que luego no os falte ningún ingrediente….

Ingredientes para hacer la lámina del bizcocho:
100 g Harina floja de repostería
80 g Fécula o Maicena (que es harina fina de maíz) 
200 g Azúcar                                      
8 Huevos
Un poco de mantequilla

Ingredientes para la crema pastelera:
Para hacer la crema pastelera, sin complicarme la vida, utilizo un sobre de polvos Potax (es ideal para preparar flanes y natillas). Para hacer la crema los utilizo en las proporciones que vienen indicadas para hacer flan.
 ½ litro de leche entera
 4 ó 5 cucharadas de azúcar
Media rama de canela
La corteza de un limón

Empezamos con la elaboración de la crema pastelera,  es lo más rápido y fácil de elaborar:
Medimos medio litro de leche entera en un medidor o también se puede saber la cantidad  con una  báscula (medio litro es medio kilo aproximadamente, sin contar el peso recipiente). Con parte (un vaso) de la leche que hemos medido tenemos que desleír el contenido del sobrecito (Potax uso yo), y lo removemos con un tenedor. Aparte en un perol ponemos el resto de la leche que habíamos medido (que será aproximadamente otro vaso), la media rama de canela, la corteza de limón y las 4 ó 5 cucharadas de azúcar. Pensad que tenéis que quitarle con un cuchillo la parte blanca a la corteza del limón, ya que si no la quitáis, dará mal sabor.
Ahora ya podéis poner el perol en el fuego, entre medio y flojo, eso dependerá de vuestros fogones ;-) Calentáis la leche y cuando empiece a hervir, hay que añadir el contenido del vaso en el que previamente hemos desleído el sobrecito. Remover con la varilla hasta  que la crema esté espesa. Retirar del  fuego, quitar la corteza de limón y la rama de canela. Se deja reposar la crema hasta que se enfríe.
Hasta aquí es fácil ¿no?
Sigamos

La elaboración de la lámina del bizcocho:
Empezamos separando el azúcar, 100gr en un plato y la otra mitad en otro plato, y lo dejáis preparado ¿vale?  También tenéis  que tener preparada la harina tamizada y separar las yemas de las claras de los huevos. Procurad que no se os caiga ni una gota de yema en el bol de las claras, si no, luego las claras no suben. Para evitar accidentes, recomiendo hacer la “operación clara” en un platito, cuando quedan separadas, añadir la clara al bol de las claras y la yema al bol de las yemas.

En un bol y con una varilla o con la máquina, mezclamos las yemas con la mitad del azúcar (yo lo hago con la varilla y me sale bien). A continuación añadimos la harina tamizada cuidadosamente, mientras removemos con la varilla. Cuidadosamente quiere decir, que no hay que añadirla toda de golpe, que es cuando quedan grumos.

Encender el horno a 180º aproximadamente, eso depende un poco del horno.

Montamos las claras con la otra mitad del azúcar, con la máquina o robot (aquí sí que va mejor con la maquinita). Al darle con la maquinita a las claras, esperamos a que éstas empiecen a subir un poco, para empezar a añadir poquito a poco el azúcar.
Cuando tenemos montadas las claras, con una cuchara o una lengua (una lengua, el utensilio de cocina, no seáis cochin@s jijiji), poco a poco se echa a la mezcla anterior. No os olvidéis, poco a poco, mientras removéis con la varilla.
Cuando hayáis terminado de mezclar, cogéis la bandeja del horno y la cubrís toda de papel vegetal. No confundir la bandeja del horno, con una fuente para hacer asados, la bandeja del horno es… eso, una bandeja. El trocito de mantequilla es para esparcir por todo el papel vegetal, para que no se pegue el bizcocho. Ahora sí, echáis la mezcla del bizcocho encima del papel, con la ayuda de la lengua (el utensiliooooo…). Tenéis que extender sobre el papel y rellenar la bandeja, hasta que os quede  bien cubierta. Tiene que quedar una lámina.
En el horno tiene que estar hasta que quede doradito, vigilad bien la lámina que no se os queme ¿Cuántos minutos? depende del horno, en el mío unos 15 minutos. Cuando esté lo sacáis del horno, con cuidado, no os queméis… Dejadlo enfriar un ratito y luego quitáis el papel vegetal con cuidado.
Y ya para terminar rellenáis la lámina de bizcocho con la crema y la enrolláis con las dos manos. Mirad que os quede bien redondito… Ahora sólo queda espolvorear con azúcar glass  por encima del brazo de gitano. Y ya está listo para comerlo…..:-)